Camino entre los árboles de aquel parque que de niño tantas veces recorrí.
La brisa en mi rostro, mi pelo alborotado, a lo lejos algún búho y mi silencio.
Las tinieblas lo envuelven todo, si es de noche pero que mas da.
La luna, triste y pálida contempla el paisaje y la soledad de mis pensamientos amenaza con acaparar todo. Recuerdos, tantos recuerdos. Comienza a hacer frío y no se si mi alma aterida sera dueña de mis sentimientos y de repente suena algo en mi cabeza, una melodía que habla de una luna azul.
Veo tus ojos, el esbozo de tu sonrisa. Y entonces se que no debo temer.
Miedo traicionero que tanto tiempo has conminado la paz de mi alma, aléjate pues se que nada ya volverá a ser igual.
La calma regresa, la paz se adueña de todo. Y ni siquiera el canto de los pájaros es ya lastimero.
Sonrió si, soy feliz pues he descubierto que el secreto esta dentro de mi.
Por mi mejilla una lágrima se desliza más nunca una llorar fue más liberador.
Contemplo la luz que ahora disipa la obscuridad y un pensamiento me asalta porque no luche por ser feliz antes.
Dedicado a todos aquellos que a pesar de sufrir, no se rinden y buscan en su camino el ser felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario